sábado, 7 de agosto de 2021

Oportunidades

 ¡¡¡Hola queridos lectores!!!

La semana pasada hablábamos del desamor, el duelo correspondiente, el síndrome de la “caca fresca” y sesgo de proximidad que mencionaban Farid y Diego en su podcast.

Lo que nos dicen del síndrome es que hay cosas que no te gustan de tu pareja o de alguna situación, pero al dejar de tener contacto esa situación/actitud no parece tan molesta, en el sesgo nos dicen que un evento tiene más relevancia personal si se encuentra más cerca, tanto en distancia como en tiempo, si se termina una relación y ha pasado cierto tiempo de no tener contacto con la persona las “cosas malas” no parecen tan malas.

Esta falta de contacto sumada a la nostalgia de lo que fue y pudo ser y el sexo de reconciliación que hay en algunas situaciones lo llaman “destello” que es lo que lleva a las parejas a regresar y que el afán de seguir sintiendo tal “destello” puede convertir la relación en tóxica al terminar y regresar constantemente por tener la experiencia de la reconciliación que indican puede ser adictiva en algunas parejas o en alguno de los miembros de la pareja.

De igual forma comentan que aunque no se termine y reconcilien por el “destello” la situación que llevó a terminar la relación va a regresar, lo que no le agrada a uno del otro va a volver a desagradarle y el resultado va a volver a ser el mismo: el término de la relación.

En este punto coincido y no, creo que dependiendo de los motivos por los que se terminó una relación, sumándole el crecimiento individual (tanto personal como laboral) obtenido durante el tiempo de la separación y las metas individuales que se tengan en ese momento sumando la perspectiva de pareja que cada uno tenga, combinado con mucha comunicación y perdón mutuo y sincero pueden lograr que las heridas causadas por y en ambos miembros de la pareja terminen de sanar, ocasionando que la relación funcione en el presente y obviamente de cómo se vaya manejando se podría lograr también que la relación prospere a futuro.

Claro está que no es una situación sencilla, empezando con la parte de “perdonar sinceramente”, puede que algunos lo logren, puede que otros sigan con inseguridades causadas por dichas heridas. Siguiendo con la comunicación, puede ser que la primera vez la relación no funcionó por la falta de esta y ambos tendrían que poner de su parte para mejorarlo aunque también puede ser que debido a la confianza aún existente la comunicación fluya mejor ahora que en el intento previo. Y creo que es en estos puntos donde se puede evitar tener una relación tóxica o hiriente… o no.

Ustedes queridos lectores ¿Creen que una relación pueda funcionar en una nueva oportunidad? ¿Creen que al terminar ya no hay manera sana de volver a empezar?

Que estén bien, un abrazo =)

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