sábado, 26 de mayo de 2018

Indignación ajena

Hola mis olvidados y queridos lectores

Sé que tengo este espacio un tanto descuidado, en parte es porque no anoto los temas que me parecen interesantes y al momento de estar frente a la computadora olvido de qué iba a hablar, ya sé que muchos podrán pensar "si es importante es ilógico que se le olvide" y la verdad es que no, yo soy una de esas personas que anotan absolutamente TODO, ya sea pagar la luz, comprar leche, mandar un correo, requiero recordatorios para casi todo, uno de los motivos es que al escribir las cosas me es más fácil recordarlas aunque no lea mi "acordeón", pero bueno, aquí estamos de nuevo y aunque no prometo periodicidad sí espero escribir al menos una vez por mes.
La razón de esta entrada y motivo de mi indignación es el siguiente: la tarde del pasado viernes 18 de mayo me encontraba de regreso a casa en el metro, tal como probablemente hayan estado algunos de ustedes, hora de comer y yo en el metro así que comía una no tan saludable barrita de arroz inflado con malvaviscos, estaba en uno de esos arreglos de asientos para 3 personas y en el asiento que está solo iba una señora con un niño de 2-3 años, el niño parado, la señora lo estaba agarrando con una mano y en la otra tenía el nunca faltante celular, se encontraba en una aplicación de mensajería, ignoro cuál, no era relevante, en un frenón del metro el niño terminó contra mi rodilla, no fue un impacto fuerte y creo que no le dolió, la señora no se percató por estar con sus mensajes. Un par de estaciones después la señora se pone de pie para bajarse, seguía con los mensajes y de no haber sido por que el niño aún es pequeño en el siguiente frenón del metro la señora habría aplastado la cabeza al niño con un tubo horizontal que están para que la gente se agarre (recordemos que ella tenía el celular en una mano y con la otra agarraba al niño). Yo seguía con mi barrita esperando llegar pronto a comer cuando, al abrir el vagón la puerta y la señora bajar escribiendo sus mensajes ¡La mano del niño quedó atrapada entre la puerta y el vagón! Le grité a un chico para que jalara la palanca de emergencia y el personal del metro llegó de inmediato, liberando la mano del niño y partiendo pronto, no sin antes indicarle a la señora dónde podían auxiliar al pequeño. En todo el tiempo que tardó el tren en salir del andén, que habrán sido unos 5 minutos más o menos, juro que no vi, en ningún momento, que la señora guardara el teléfono, no vi que le sobara la mano al niño ni lo revisara, todo el tiempo fue una mano en el teléfono y la otra en la mano no lastimada del niño. 
Cabe destacar que ignoro si la señora era madre del niño o no, sin embargo, mi indignación al respecto no cambiaría, "¿Indignación por qué?" dirán ustedes, pues bien, yo no tengo hijos, pero tengo sobrinos y primos pequeños y traviesos, sé que su seguridad es muy importante y que muchas veces no se percatan del peligro, por lo que dependen del "adulto responsable" a su lado, en este caso el “adulto responsable” estaba más al pendiente del celular que del pequeño, situación sumamente común hoy en día, repito, yo no tengo hijos y posiblemente ese sea el motivo por el que no entiendo cómo puede ser posible que una persona esté tan al pendiente de un objeto, tampoco entiendo cómo pueden darle un teléfono para que “deje de dar lata” pero ese es otro tema.
Podemos decir “¡Qué menso! ¿Para qué anda metiendo la mano ahí?”, si tomamos en cuenta que hay adultos a los que se les atora la mano en las puertas del metro debemos considerar la posibilidad de que le ocurra a un niño y prevenirlo, tomando a los niños de las manos, por ejemplo. Probablemente la paranoia viva en mí, pero analizando varios escenarios en los que la situación sea “niño pequeño + adulto distraído” podríamos tener: 

-Niño con la mano atrapada en el metro
-Caída de niño en anden del metro
-Agujeta/suéter de niño atrapado en escaleras eléctricas
-Niño atropellado por bicicleta/moto
-Niño/celular robado
-No pasa nada y llegan bien a su destino

Son muchas variantes y como dicen, los accidentes pasan en 1 segundo, no creo justo que un pequeño tenga que pagar por nuestro descuido, o quizá sea que yo soy medio gruñona (tipo o me das la mano o no vas, nos tenemos que fijar bien para cruzar la calle), pero quizá sea que me preocupan los pequeños y las cuentas que le entregaría a sus padres si llegara a pasarles algo. Aquí concluye esta larguísima entrada, no el tema, posiblemente lo retome en alguna ocasión. 

Que tengan una maravillosa semana =]