sábado, 30 de abril de 2011

Día del niño

Todos fuimos niños una vez, algunos lo siguen siendo, otros no tuvieron infancia, otros sí, algunos más la vieron limitada por factores externos.

Con lo anterior quiero decir que, durante la infancia hubo personas que tuvieron que trabajar, hacerse cargo de sus hermanos, soportar el maltrato de sus padres, los aquejados por alguna enfermedad.

También los que no tuvieron una infancia así, pero que no pudieron disfrutarla como es debido, ya saben, aquellos a los que los mayores decían: "párate derechito", "no hagas esto o aquello", "no te ensucies", "párate de ahí", "no juegues con eso". A éste último respecto y para servir de aclaración, a todos nos dijeron eso alguna vez, pero a otros se los decían con tal insistencia que terminaron traumándolos, por así decirlo, por decir, tengo una prima a la que sus padres no le permitían jugar con sus juguetes (valga la redundancia) porque los juguetes se maltrataban, lo cual me parece una tontería, si es un juguete que fue comprado para un pequeñín, lo ideal es que lo disfrute, si el juguete se lo regalas a un adulto, ese adulto sabrá si lo saca del empaque y lo ensucia o si decide conservar el valor del coleccionista y dejarlo en el empaque.

Ahora bien, también se tienen a los pequeñines que disfrutaron su infancia a más no poder, con las malas experiencias de todas las etapas de la vida, pero que sin duda, las buenas experiencias superan las malas, me alegra decir que pertenezco a este tipo de personas, ayer, con mis primos (que más que mis primos  son mis hermanos) recordaba parte de los millones de aventuras vividas y me di cuenta de que existe una infinidad de historias para contarle a mis sobrinos, a mis hijos cuando los tenga y a quien desee escucharlas.

A todo esto sólo me queda por decir:

¡¡¡FELIZ DÍA DEL NIÑO!!!

P.D. Disfruten de la vida con la curiosidad característica de un pequeño

jueves, 21 de abril de 2011

Licuaditos doña Pilar


Desde que tengo memoria me dirigía al mercadito ubicado a media cuadra (en ese entonces, ahora tengo que desplazarme varias cuadras para ir a ese mercado) a comprar mi licuadito de mamey, la señora los prepara de una forma en la que quedan ricos, con buen color, sabor, es decir, les pone una buena cantidad de mamey (no como otros es los que ni siquiera se pinta la leche), pero no de forma exagerada en la que se te pega el mamey en los labios como chicle, la razón de escribir sobre los licuados del mercadito es porque, después de casi 23 años hoy descubrí el nombre de la señora: Pilar.

Les describiré a Doña Pilar, es una señora delgadita, de cabello chino, negro y no muy largo, un poco debajo de los hombros, es muy amable, tiene una voz como de pito pero de esos suavecitos, es decir, aunque tiene un timbre muy agudo no lastima al escucharla, pareciera que siempre está de buen humor, ya que atiende de forma cortés (a menos que ya valla a cerrar, igual es amable pero cuando le dices “tiene licuados” te dice que no como queriendo decir “ven más tarde si quieres”) y esporádicamente hace chistes.

En una ocasión mi padre le compró un licuado a mi hermana siendo que ella no había cumplido el año de edad, por suerte no le hizo daño, pero sí que le dieron un susto a mi madre =P.

Escribo sobre ella porque el día de hoy me encontraba comprándole un agua de alfalfa y pasó un señor (que también trabaja en el mercado) y le dijo “Buenos días doña Pilar” yo puse cara de “=O ¡se llama Pilar!”.

Señora Pilar, aunque sé que no va a leer esto, quiero que todos los lectores sepan que esos licuados son la neta y también me gusta su agua de alfalfa y adoro sus vampiritos!!!! (Jugo de naranja, de zanahoria, betabel, manzana y otras frutas) =)

 

miércoles, 20 de abril de 2011

Música


La música, en ocasiones un tema bastante controversial, debido a la cantidad de género existentes, para nadie es un secreto que han llegado a existir confrontaciones entre fans de tal o cual banda.

En esta ocasión no hablaremos de esos conflictos, sino de lo que la música ha hecho por nosotros (ay aja, bueno por los intérpretes y autores sí, pero no cuentan).

Gracias a la música podemos desahogarnos nuestras penas, también con alcohol, y si juntas alcohol y unas buenas rolas (onda Espinoza Paz, La Arrolladora Banda el Limón, Juan Gabriel, José Alfredo Jiménez) te desahogas mucho mejor que con sólo alcohol.

Pero no sólo de adoloridos trata el ambiente musical, claro que no, nos encontramos música de todo tipo y situación (por suerte), tenemos música de amor, desamor, buena vibra (escuchen a María Esther Aguirre de Rodríguez, mejor no lo hagan =P), amigos, amigovios, adoradores de lo que se les ocurra, etcétera.

Lo único que tengo que agregar es:

GRACIAS MÚSICA POR EXISTIR!!!

P.D. No hago música, sólo la escucho u.u