viernes, 6 de septiembre de 2019

METRO tururú


Hola mis queridos, abandonados, pero nunca olvidados lectores.
Esta semana el metro de CDMX cumplió sus primeros 50 años de operación, durante todo este tiempo se pueden decir muchas cosas malas y buenas del metro, muchas quejas, muchos memes, pero a mi parecer sin lugar a duda es la mejor manera de trasladarse en la ciudad.
El metro de la cuidad de México es el único metro que he utilizado, he leído y escuchado una variedad de comentarios respecto a los metros de Monterrey, París, New York, Japón, todos tienen sus ventajas y desventajas, así que no, no hay metro perfecto.

Nuestro metro pareciera ser una ciudad aparte, gente yendo y viniendo, enamorados por aquí, malhumorados por allá, estudiantes haciendo tarea o estudiando para algún examen, estudiantes o trabajadores tomando una siesta, niños emocionados viendo por la ventana y otros haciendo berrinche o brincando por el vagón, gente distrayéndose con algún libro o redes sociales, otros alimentándose, en las diferentes estaciones o transbordos podemos encontrar murales, tienditas, el túnel de la ciencia que hace poco recorrí en parte emocionada y en parte pensando en qué momento terminaría de recorrerlo, hablando de transbordos, teniendo distancias de 880m en atlalilco, 800m en la raza, 620m en Pantitlán y 580m en ermita podrían ser una opción para mantener a las personas en forma.
El miércoles 4 de septiembre que se conmemoraban los 50 años de la inauguración del metro, dio la casualidad de que iba pasando en metro Mixcoac y aproveché para conocer el museo del metro. A decir verdad, me gustó bastante, había algunas curiosidades que ya había leído o escuchado, pero verlas o ver algunas otras me resultó bastante agradable.
Por ejemplo, mi madre me ha llegado a contar que ella utilizaba los “abonos” eran boletos que se introducían en la ranura, salían por el otro lado y podían utilizarse durante 15 días, el que ella utilizaba venía en “paquete”: un boleto para el RTP y otro para el metro. Evidente en el museo se encuentra la colección de los diferentes boletos, tanto los “normales” como aquellos que conmemoran alguna fecha: el aniversario de escuelas como la ENEP, IPN, UPIITA, CINVESTAV, así como de distintas instituciones, revistas, etc. Las diferentes versiones de las tarjetas, también cuenta con el primer uniforme que utilizaban los conductores, de estilo francés y muestras de diferentes objetos prehispánicos encontrados durante la construcción de algunas líneas y estaciones.
 

















La iconografía del metro es otro punto a considerar, basada en elementos relacionados a la estación, ya sea del entorno como el mercado de la merced o la escuela normal superior o la UNAM o el IPN o como elementos encontrados en la construcción como el adoratorio a Ehecatl o el fósil de mamut, los colores de las líneas nos ayudan a identificarlas fácilmente "te vas por la línea amarilla", "nos vemos en atlalilco línea verde", resulta mucho más sencillo relacionar las líneas por los colores que por su número.

La entrada al museo es gratuita, olvidé fijarme en el horario en que puede visitarse y como pueden observar se pueden tomar fotografías siempre y cuando sean sin flash. Dentro del museo se encuentra una tiendita con aspecto de taquilla, el señor que atiende es muy amable y se pueden obtener diferentes artículos como metros de juguete, chanclas o tops con el mapa de la red, termos y demás, sin duda una experiencia que vale la pena, usemos o no el metro de CDMX.