¡¡¡Hola queridos
lectores!!!
Después de haber
hecho una revisión rápida de las entradas del blog y viendo que nunca les he
contado sobre ello les hablaré de algunos de los motivos por los que el 14 de febrero
es mi día menos favorito del año.
Uno de los motivos
es que no se puede ir a ningún lado, todo está lleno, ya sea ese día, un fin de
semana antes o un fin de semana después. Restaurantes, cines, cafeterías, dicen
que hoteles (ahí sí no me consta, pero dicen que se saturan más el día de la
secretaria, pero yo no hago las estadísticas). El punto es que prácticamente
todo está lleno. Hace muchos años me llevaron a un parque y no había gente,
pero hubo que cruzar la ciudad para llegar, lo cual tampoco está padre. Cruzar
la ciudad en metro y Metrobús para ir a un parque, cine, cafetería o lo que sea
no está chido, a menos que en ese lugar haya un evento que no habrá cerca de tu
casa, sea un lugar que te gusta mucho o que le gusta mucho a la otra persona,
de otra manera se pueden buscar opciones más cercanas.
Otro de los motivos
es que no se espera un detalle, sino algo que “valga la pena” que “sobresalga
de otros días” cuando es un día lleno de mercadotecnia donde ni siquiera pensamos
en el pobre cura que murió ese día y mucho menos pensamos en los motivos de su
asesinato (que tenían más que ver con el amors que con flores y chocolates). Ese
día se esperan los chocolates caros, los súper arreglos de flores, las comidas/cenas
en ciertos lugares, pero ¿Qué pasa el resto del año? Ni un bocadín, ni una flor
cortada del parque, ni unos taquitos. Sinceramente queridos lectores, creo que
lo que más importa son los otros 364 días del año, en este caso, los otros 365
días, el cariño debe sentirse siempre, no en San Valentín o en el aniversario.
Pero como si
todo lo anterior no fuera suficiente la razón por la que más detesto el día son
los globos, esos enormes globos que inflan con helio y que ocupan un gran espacio.
Esta anécdota me implica cierto trauma, pero estamos en confianza, así que aquí
va:
Un 14 de febrero
de hace muchos años, hará unos 14 años ya, me encontraba saliendo de la escuela
y caminaba hacia el metro con toda la tranquilidad de la vida, de pronto vi a
un par de globeros platicando entre sí, algo normal debido al día. Los globeros
estaban platicando uno frente al otro, dejando un espacio para pasar entre
ellos, yo seguí caminando cuando ¡Oh, sorpresa! No eran 2 globeros platicando
¡Eran 4! Ya era muy tarde, estaba atrapada en un túnel de globos, no había
manera de regresar ni de escapar así que solo seguí caminando y peleando con
los globos hasta que, después de lo que parecía una eternidad, logré salir de
ese lugar. ¿Recuerdan ese capítulo de Malcom el de en medio donde “vuelve a
nacer” al pasar por un “túnel” y hay personas con almohadas y lo empujan
emulando la salida por el canal de parto? (Creo que es el del hombre en llamas,
pero no estoy segura) hagan de cuenta que sentí algo así, lo cual es raro
porque nací por cesárea así que no sé qué sea salir por, bueno, ya saben. Y sí
amiguitos, no hay 14 de febrero que no recuerde esa experiencia, huyo de los
globeros, sobre todo ese día, también huyo de las personas que llevan sus
globos en el transporte público, no vaya siendo que vuelva a quedar atrapada.
Como conclusión,
detalles simples son lo que le dan sabor a la vida, una notita hoy, un chocolate
el mes que viene, unos taquitos después de un día pesado, no sé, algo que diga “te
quiero, pensé en ti hoy” sin necesidad de usar palabras, pero no me hagan caso
que todas mis relaciones han fracasado xD.
Felicidades a
los enamorados, felicidades a los amigos, felicidades a los que están en la
friendzone, después hablaremos de eso.
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